Estimada Eva.
Hola, de nuevo: ¡Feliz Navidad!, para mi están siendo unos agradables momentos. La música de Ravel me hace pensar en una despedida, en una lamentación de algo que queda atrás, sin saber si lo que viene o a donde llegamos será mejor, esta música es el exponente máximo de cuando acometes una empresa y hay esa parte que no depende de ti, escapando su control y a la que los griegos llaman Fortuna o Destino. La fantasía lírica EL niño y los sortilegios, circo o cabaret de lujo, siempre aparece Maurice Ravel el trasgresor, tan acorde con los tiempos que vivió, por lo de los felices 20, tanto en l orquestación de La Alborada del grasosillo como en esta se anuncia El Bolero, en La Alborada … parece estar presente el nacionalismo español.
La rapsodia para concierto de violín y piano, la melodía gitana por antonomasia como expresión de los giros de la vida y partes de un episodio, la tragedia de ser gitano, y no poder dejar de serlo que nunca se quiere, ahora pienso en Rodolfo Valentino, ¿Qué en uno de esos regalos puede ponerla orquestada?, bueno, adiós Eva.
Atentamente.
José Mª
USA'S OFFICE DAVID'S STAR
www.myspace.com/distrosionstack
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